Si hay alguien que no termina de disfrutar un cumpleaños del todo, es el cumpleañero.
El viernes cumplo 21 y sigo sin saber que hacer. Igual me alegro por la tranquilidad (poco común) con que me vengo tomando el tema. Porque sino me pongo en actitud de anfitriona y las mejores cosas pasan cuando yo estoy recargando el pote de palitos y chizitos o atendiendo el teléfono. Lo mismo si lo festejo afuera de mi casa, para esta altura del mes estaría llamando y confirmando quienes van. En sima cae viernes, imposible no hacer algo, y nadie rinde, están todos disponibles mis amigos. Pero quiero algo en donde yo también esté como invitada mas, pasándola bien.
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