En algún momento el destino vino en puntitas de pie a desdoblarnos, vos portaste la voz y yo el llanto. Y ahora es tan distinto. A mí el tiempo me mira demasiado, yo bailo ahí, donde las cosas están sostenidas por hilitos de colores, y el tiempo mira como gato que no sabe mentir
(archivo octubre 2004)
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